martes, 16 de febrero de 2010

"Historia de la atención a la persona diferente"

Es claro que desde los albores de la humanidad han existido seres con discapacidades físicas y/o mentales congénitas o adquiridas.
En 1865 el hallazgo más completo, fue un esqueleto al que le faltaban pocas piezas, lo hizo Marcellin Boulle, en 1911, en una cueva de la Chapelle-aux-Saints, en la comarca de Dordoña. La descripción de este sujeto, que caminaría con las rodillas semidobladas, tórax en forma de barril, cuello inclinado hacia delante, espalda redondeada, correspondía al prejuicio existente sobre el hombre primitivo, al que se consideraba brutal, de costumbres siniestras y con fisonomía casi animalesca.
En 1955, los profesores de anatomía William L. Strauss, de la Universidad de John Hopkins, y A. J. E. Cave, del Hospital Saint Bartholomew, de Londres, estudian los mismos restos y deducen que este esqueleto pertenecía a un hombre de 40 a 50 años, deformado por la artritis.
Hay que llegar hasta el siglo XVI para que encontremos un cambio ideológico más positivo. Fue un español, Pedro Ponce de León decidió abandonar la posición basada en los escritos de Aristóteles, de que los sordos no podrían nunca hablar y que eran ineducables. Y consiguió con éxito, enseñar a un pequeño grupo de sordos a hablar, leer y escribir. Más tarde Juan Bonet y el abad De l'Epée siguieron esta orientación, y se abrió la primera escuela para sordos en París (1760).
Fue un hombre asociado al abad De l'Epée, Valentin Hüay, el que decidió hacer lo mismo con los ciegos, fundó en 1784, una institución para ciegos en París, en la que estas personas podían leer usando letras moldeadas en madera. Un alumno de esta institución, Luis Braille inventó el alfabeto que lleva su nombre.

*La era de las instituciones
En el año 1800 podemos decir que era la era de las instituciones.
Las instituciones se construyeron afuera de las ciudades, con verjas y jardines. La creación de la institución tranquilizaba la conciencia colectiva.
En Austria en 1810, Johann Wilhelm Klein inicia una campaña para promover la educación de los ciegos en escuelas ordinarias. Y en 1842, el Gobierno de la Baja Austria emite un decreto que reconoce que los ciegos, para su educación, son sacados de sus comunidades y transferidos a ambientes institucionales que les son extraños.
En 1898, Alexander Graham Bell, en Estados Unidos de Norteamérica, defiende la idea de que los niños con discapacidad deben educarse en escuelas ubicadas en sus comunidades y no deben llevárselos de allí para internarlos en instituciones.

*La era de la educación especial.
En ciertos países como Francia, se expresaba ya la obligación de educar a ciegos y sordos en un apartado de la Ley de la Educación de 28 de marzo de 1882. Dinamarca abrió su primera escuela (privada) para niños con retraso mental en 1885. En España se reconocieron oficialmente las necesidades educacionales de los niños con retrasos mentales en 1923, fecha en la que se abrió en Madrid el primer centro educativo para ellos a nivel oficial, pues ya en 1908 se había abierto una escuela privada en Barcelona para retrasados mentales.
Se aceptó el modelo de que los niños con CI bajo o límite deberían ser enviados a clases especiales. Las clases especiales proliferaros, y surgió la figura del profesor de educación especial.


Reyna Yazmín Bolivar Huerta


libro:La escuela ordinaria ante el niño con necesidades especiales
Autor: Miguel Toledo González
págs. 17-27.

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